Muchas veces los detalles se convierten en algo grande y decisivo.
Cositas pequeñas que sumadas pueden equilibrar una balanza hacia un lado o hacia otro.
Detalles que pueden hacer que en cuestión de segundos el visitante de tu web piense que eres justo el profesional que necesita o... que no perciba tu valor porque "algo" no le cuadra.
Qué rabia, ¿verdad?
En ocasiones, ni siquiera nos damos cuenta de qué es eso que falla, pero sabemos que hay algo. Que "eso" está ahí...
Para que esto no pase jamás de los jamases de nuevo y sientas que todos los detalles de tu web están en sintonía con tu proyecto y tu propuesta de valor, hoy te cuento algunos trucos para darle un toque más profesional si cabe a tu web.
Coge papel y boli porque te traigo deberes 😛
1. Bueno, bonito... y cuanto más sencillo mejor
Puede que sientas que los temas relacionados con el diseño se te escapan un poco. Al fin y al cabo, ya tienes bastante con sacar tu negocio adelante, presupuestos por aquí, contabilidad por allá, marketing por el otro lado...
Pero siguiendo unas sencillas reglas y sin invertir demasiado tiempo y esfuerzo, puedes poner en práctica algunos trucos para mejor notablemente el aspecto de tu web y que está transmita toda la profesionalidad que te mereces. Aquí van:
- Respeta la paleta de colores de tu imagen corporativa. Si tu logo y tu imagen usan X colores, usa esos mismos colores en los elementos de tu web. En la medida de lo posible, evita añadir otros tonos que no estén incluidos en esta paleta. Cuando se mezclan muchos colores al tuntún y sin un análisis previo, el resultado suele ser una mezcla un tanto extraña y en muchas ocasiones cargante.
- No uses más de 2 fuentes tipográficas en tu web. Tener Google Fonts a mano es una tentación, lo sé. Centenares de fuentes a tu disposición en un solo clic. ¡Pero no te vuelvas loco con ellas! Si tienes un manual de imagen corporativa, échale un vistazo y comprueba si puedes usar las fuentes que allí aparecen. Si no lo tienes y no tienes muy claro que pareja de fuentes le podrían ir bien a tu web, puedes buscar combinaciones tipográficas que está demostrado que funcionan genial juntas, por ejemplo, en Pinterest.
- Crea plantillas para tus fotos y mantén un estilo propio. Una de los aspectos que más rápido hacen saltar las alertas sobre si algo tiene pinta de ser profesional o no, son las imágenes que se utilizan en una web. Si cada imagen tiene unas proporciones, un estilo fotográfico, unos tonos muy distintos... la sensación será de caos y poca coherencia. Por eso, es recomendable crearse plantillas o, al menos, usar siempre las mismas proporciones para nuestras imágenes. Por ejemplo, cuando publiques en tu blog intenta que todas las imágenes de portada tengan las mismas medidas y, si puede ser, sigan cierto "estilo" (bien por el tipo de foto o ilustración, por sus colores...). En muy poquito tiempo notarás el cambio y verás como hasta te da gustito entrar a echarle un vistazo a tu blog 🙂
- ¡No mezcles estilos! Si tu web tiene un aire romántico y tradicional, intenta que todos los elementos que la componen también lo tengan. Si, por ejemplo, vas a poner unos iconos, fíjate en que sigan la misma línea visual del resto de tu web y una vez empieces a usarlos, mantenlos en el tiempo. No pongas iconos flat en una parte de tu web y en otra unos de estilo handmade.
2. Una sola voz
Qué importantes son los elementos visuales para transmitir profesionalidad... Pero, ¿qué me dices de los textos?
Un buen diseño sin un buen contenido se queda cojo. Por eso es fundamental cuidar con mimo y cariño todo lo que escribimos en nuestra web. Y si, además, le damos un toque de "profesionalidad" mejor que mejor:
- Un mismo tono en toda la web. Es un error muy común y que crea una sensación extraña en el lector. ¿Los textos en primera o en tercera persona? No hay una respuesta correcta a esta pregunta, pero sí una incorrecta: los dos a la vez no, por favor. Si eres un emprendedor y trabajas de tú a tú con tus clientes, lo lógico es que hables en primera persona en tu web. En TODA tu web. Desde la página de "Sobre mí" hasta los artículos de tu blog, pasando por la newsletter y cualquier llamada a la acción que incluya tu web.
- Organiza y estructura los contenidos siguiendo siempre las mismas reglas. Tanto en las páginas de tu web como en los artículos de tu blog, seguro que te gusta destacar ciertos aspectos en un texto. Con unas negritas, con un subrayado, con un tamaño mayor de letra... No importa como lo hagas, lo importante es que mantengas la coherencia en toda la web. Si los subtítulos dentro de una entrada van en tamaño 24 y en color azul marino, que sea así siempre. Si los subrayados son en amarillo, que así sean en todas partes. Cuanto más sencillo y más unificado, mejor.
- Ten la agenda cerca y planifica. ¿Qué sensación te trasmite un blog que pública un artículo cada 2 meses y de repente 4 en una semana? ¿Desconcierto? ¿Desorganización? ¿Falta de planificación?
Seguramente todo ello y, si te fijas, todas esas ideas son algo que no quieres que relacionen con tu negocio...
Por eso, si quieres mejor tu imagen y ser percibido como más profesional, es necesario que te organices. Decide cuándo y con qué periodicidad vas a publicar tus artículos y cúmplelo a rajatabla. No es una tarea para "cuando esté inspirado", sino que debe formar parte de tu rutina igual que presentar los impuestos cada trimestre o hacer las facturas a tus clientes. Por eso es importante tener la agenda a mano. Apunta en ella los días que vas a publicar en el blog y ¡a por ello! - Más secciones no es igual a más profesional. A veces parece que cuantas más secciones tiene un menú, mejor. Bueno, puede que sea bueno para una tienda del volumen de Amazon con miles y miles de productos de categorías muuuuuy diferentes. Pero, ¿para que crear un menú de 35 secciones en un negocio tan especializado como el tuyo? Cuantas menos secciones tenga tu menú, más agradable será la navegación para tus lectores. Cuanto más rápido encuentre las cosas, más podrá saber de ti y convencerse de que eres el profesional que necesita. Usa nombre cortos y descriptivos e intenta que tu menú no sea lo más breve posible. En la mayoría de casos 5/7 secciones son más que suficientes.
¿Has sentido alguna vez esa sensación de que algo no cuadraba en tu web? ¿Y en otras webs? Te espero en los comentarios para hablar de ello 🙂
2 comentarios