Es una de esas preguntas que recibimos de vez en cuando y que resultan más difíciles de contestar de lo que podría parecer a primera vista.
Normalmente, cuando inviertes en una nueva web y la estrenas, te da la sensación de que es la más bonita que nunca has tenido, la más moderna, la más cómoda, la más accesible... pero, ¿has pensado alguna vez que las webs también tienen fecha de caducidad?
Si buscas por San Google encontrarás miles de artículos diciéndote que debes renovar tu web cada año. Otros te dirán que cada 2 años. Y muchos expertos te aconsejaran que jamás de los jamases estés más de 5 años sin cambiar tu web.
Sin embargo, si esperabas encontrar en este post el tiempo exacto tras el cuál es necesario renovar una web, siento desilusionarte desde el principio, pero tal cosa no existe. Aunque las webs tengan fecha de caducidad, no existe una fórmula matemática ni, ni siquiera, hay ningún tipo de consenso sobre cada cuánto tiempo debería renovarse una web entre los que nos dedicamos a ello.
Pero, ¿sabes qué? No hace falta nada de esto.
Porque para saber si ha llegado el momento de renovar tu web, no tienes que fijarte en cuánto hace que está online, sino en si te sigues sintiendo representado por ella y sigue estando a la altura de tu negocio.
Para descubrirlo, hoy te traigo una serie de preguntas que puedes hacerle a tu web de vez en cuando para comprobar si sigue siendo tu página ideal o ha llegado el momento de darle un lavado de cara:
¿Tienes mucho tráfico pero no conviertes visitantes en clientes?
Si tu web tiene un tiempo y la has ido cuidando actualizando sus contenidos y el blog, lo normal es que poco a poco haya ido cosechando más y más tráfico. Los buscadores ya te posicionan mejor, tus redes sociales han ido creciendo... En definitiva, el número de lectores ha ido aumentando conforme ha ido pasando el tiempo. Pero, ¿han aumentado tus clientes?
Si la respuesta es NO, es muy probable que haya llegado el momento de cambiar de web.
Si tienes una página que no convierte a tus visitantes en posibles clientes, estás perdiendo cada día decenas de oportunidades.
Dedica un momento a pensar qué te gustaría que alguien que visita tu web hiciera exactamente al llegar a ella. ¿Qué se suscribiera y te dejara su mail? ¿Qué te pidiera presupuesto? ¿Qué se pusiera en contacto contigo?
Sea cual sea el objetivo principal, si no está dando sus frutos seguramente sea porque el diseño no ayuda al visitante ni le indica qué debe hacer en cada momento. Es hora de replantearse un cambio.
¿Tu imagen corporativa y tu cliente ideal son los mismos que cuando lanzaste la web?
Si la respuesta a esta doble pregunta es SÍ, puedes pasar a la siguiente.
Si alguna de estás dos patas ha cambiado desde que lanzaste tu web actual, es posible que toque hacer un lavado de cara.
Si has cambiado hace poco tu imagen corporativa, tienes un nuevo logotipo, una nueva paleta de colores... y nada de eso se ve reflejado en tu web... Amigo, necesitas un rediseño. No hay nada más confuso que una imagen de marca incoherente. Si usas un logotipo en tus redes sociales, pero al visitar tu web la gente se encuentra con una imagen totalmente distinta, algo no encaja.
Si, además, ese rediseño ha venido acompañado de un cambio de posicionamiento de tu negocio y de la búsqueda de un nuevo tipo de cliente, todavía son más las papeletas que te dicen que ha llegado el momento de plantear un cambio de diseño en tu página web.
¿La dirección de tu negocio ha cambiado o te has especializado?
Es posible que cuando lanzaste tu página ofrecieras unos determinados servicios. Pero estos con el paso del tiempo, tras trabajar mucho con muchos clientes, tras aprender nuevos métodos y adquirir más experiencia... hayan ido modificándose. Si lo han hecho de forma sutil, puede que sea suficiente con un lavado de cara de algunos textos e imágenes de tu página. Pero si empezaste ofreciendo, por ejemplo, todo tipo de diseño gráfico y web y, ahora, te has especializado tan solo en el diseño de tarjetas de visita, seguramente te va a tocar renovar tu web.
Cuando la dirección de un negocio cambia, bien sea porque cambian los servicios que se ofrecen, cambia el equipo que lo compone o se produce una especialización, la web es una de las primeras afectadas por estos cambios. Puede que puedas mantener el nombre de tu proyecto, incluso tu logo, pero tu web va a necesitar adaptarse a tu nueva oferta para que los nuevos clientes que llegan hasta a ti sepan exactamente que tiene AHORA para ellos. Cuál es la solución exacta que les ofreces para solucionar su problema.
¿Estás atrayendo a clientes con los que no te gusta trabajar?
¿Has oído hablar de los clientes tóxicos? Espero que nunca te hayas encontrado con uno de ellos.
Con clientes que van consumiendo tu tiempo, tu paciencia y tu pasión por tu trabajo poquito a poco, casi sin que te des cuenta. El primer signo de este tipo de cliente suele ser el regateo. Todo lo que le ofreces le parece caro y suele decirte: "Oye, ¿no podrías hacerme una rebajita?". Además, todo el trabajo que te piden tiene que estar hecho para YA o, incluso mejor, "lo necesito para ayer".
Otra forma de reconocerlos es porque nunca están conformes. No importa los cambios que les plantees, siempre encontrarán alguna pega, te pedirán una prueba más... No son capaces de apreciar tu trabajo ni tu esfuerzos. Y, por si fuera poco, suelen ser malos pagadores.
Una joyita, ¿verdad? Pues muchas veces, sin quererlo, muchas webs atraen a este tipo de clientes. De corazón espero que no sea tu caso, pero si lo es, ¡necesitas cambiar urgentemente de web!
Los clientes tóxicos son un agujero negro capaz de absorber toda tu energía y tus ganas de ponerte a trabajar cada mañana. Si quieres mantenerlos lejos, debes hacerlo desde tu web. En ella debes dejar claro con quién estás dispuesto a trabajar y con quién no. Y también crear algunos "cortafuegos" que hagan dar un paso hacia atrás a este tipo de clientes. Cualquier cosa que suponga un mínimo esfuerzo, por ejemplo, rellenar un breve formulario de contacto con una serie de sencillas preguntas, hará que huyan despavoridos y, sin embargo, a tu cliente ideal le parecerá estupendo que quieras conocerlo un poco más.
¿Tu web es capaz de seguirle el ritmo a tu negocio y a tus clientes?
No quiero que pienses que cada vez que hay un avance tecnológico importante debes cambiar tu web. La tecnología relacionada con internet avanza a una velocidad enorme y para cualquier pequeño negocio como el tuyo y el mío es casi imposible estar al día al 100%.
Pero eso no quita que debamos preocuparnos por lo que pasa a nuestro alrededor y que, dentro de nuestras posibilidades, intentemos estar lo más actualizados posible.
Hasta hace 2/3 años, no tener una web responsive (es decir, capaz de adaptarse a las pantallas de móviles y tablets) no era extraño. Pero hoy sí lo es. Prácticamente la mitad de las visitas que se hacen a cualquier página web del mundo, ya se hace a través de un dispositivo móvil. Estamos hablando de que ahora mismo si tu web no puede verse desde una tablet o un móvil, te está haciendo perder a la mitad de tus posibles clientes.
Lo mismo ocurre con otros avances. Puede ser que el SEO no fuera una disciplina muy extendida cuando creaste tu web y ahora valga la pena cuidarlo un poco. O que para diseñarla se usaran tecnologías y lenguajes de programación que están quedando obsoletos o en desuso.
Por eso nunca está de más revisar, de vez en cuando, nuestra web. Darle un repaso, compararla con otras webs de nuestro sector, ver si es capaz de aguantar el tirón y seguir siendo útil para nuestro negocio y, sobre todo, para nuestros clientes. Si es así, déjala respirar y dale un tiempo más, pero si notas que empieza a renquear, puede que haya llegado la hora de que la jubiles y la dejes descansar.
Al fin y al cabo, nadie conoce mejor tu web y tu negocio que tu mismo. Así que habla con ella de vez en cuando y déjale que te cuente como está. Así es como se fraguan las buenas amistades 😉
¿Qué tal está de salud tu web? ¿Has notado alguno de los síntomas que indican que ha llegado el momento de renovarla? Cuéntamelo y seguimos hablando en los comentarios 🙂
4 respuestas
Que artículo mas completo e interesante marina! muchas gracias por tus aportaciones. Desde luego el diseño de páginas web para arquitectos y el diseño de páginas web para servicios profesionales es bastante complicado puesto que siempre hay que tener en cuenta tu estrategia digital