Puede que al leer el título de este post algo no te cuadre. Una diseñadora web diciendo que no necesitas una web, ¡habrase visto!
Pero antes de que pienses que me he dado un golpe en la cabeza y que no sé muy bien lo que digo, déjame que te explique.
Evidentemente, si tienes un negocio online, tener una web es un imprescindible. Sin web, no hay negocio online. Hasta ahí estamos todos de acuerdo.
Pero también es cierto que no en todo momento las necesidades de un negocio pasan por invertir en un nuevo diseño web.
Existen puntos en los que no necesitas una nueva web diseñada por un profesional para que tu negocio avance o siga creciendo. Tan sólo necesitas un empujón.
Es una alternativa más fácil, sencilla y barata y muchas veces es lo que necesitas para dar el siguiente paso.
¿Te gustaría saber en qué punto estás y si de verdad necesitas o no una nueva web? Aquí te dejo las 3 razones principales para que puedas averiguarlo:
Si acabas de empezar con tu proyecto y no tienes experiencia previa...
Si cumples ambas premisas, te recomiendo que esperes. Invertir en una web sin todavía tener cartera de clientes o haber estado tus productos/servicios durante un tiempo no es la mejor idea. A todos nos pasa. De lo que pensamos en nuestra cabeza que va a ser nuestro negocio a lo que después es, suele haber bastantes cambios. Y es normal. Cómo suele decirse "el papel lo aguanta todo".
Pero cuando nos ponemos en marcha y nos ensuciamos las manos empezamos a ver qué el servicio que habíamos pensado no se adapta tan bien a nuestro cliente, que quizás sí lo cambiáramos un poco funcionaría mejor, etc etc. Es decir, acabamos cambiando muchas veces nuestro modelo de negocio, nuestro cliente ideal e, incluso, a veces nos damos de que el nombre de nuestro proyecto no era el ideal (¡lo he visto con mis propios ojos!).
Por eso, si acabas de empezar y no tienes experiencia, comienza con lo básico. Testea, experimenta, aprende y saca conclusiones. Con la experiencia que adquieras ya podrás empezar a pensar, esta vez sí, en una nueva web.
Si antes no has invertido en tu marca y en imagen corporativa y no tienes una marca potente...
Muchas veces pensamos que diseñar una web es el primer paso para dar vida a nuestro proyecto. Pero, ¿sabes que? En realidad es el último.
Mucho mucho mucho antes de ponerte con el diseño de tu web, te aconsejo empezar el camino invirtiendo en otros aspectos de tu negocio. Especialmente en cuatro:
- Imagen corporativa
- Storytelling y copywriting
- Diseño de servicios, diferencia y propuesta de valor
- Una buena sesión de fotos
La suma de estas partes es la que dará como resultado tu nueva web. Y cuánto mejor sean los ingredientes, más sabroso nos quedará el plato final.
Si nunca antes has tenido una web o no estás dispuesto a formarte mínimamente en ello...
¿Nunca has tenido un blog? ¿Ni siquiera uno gratuito estilo WordPress.com, blogspot o similar? Entonces te recomiendo que te abras uno ahora mismo antes de seguir pensando que lo que más necesitas es que alguien te diseñe una nueva web.
No te creas que el hecho de que alguien haga tu web significa que una vez publicada va a funcionar por sí misma y va a traerte centenares de clientes. Ni mucho menos.
Vas a necesitas cuidarla constantemente, mantenerla actualizada, estar pendiente de los comentarios,... Si nunca antes has vivido esto, puede que una vez te entreguen tu nueva web, la lista te parezca tan larga que te agobies y te despreocuparse por completo. Por eso te recomiendo, que si nunca antes has controlado una web, lo hagas como prueba durante unas semanas aunque sea para saber lo que supone.
Aprendas cuánto tiempo te lleva escribir un post, editar una imagen, compartir ese contenido en redes sociales... Este será tu entrenamiento previo para cuando llegue el gran Maratón de gestión tu nueva flamante web por ti mismo.
Muy bien, Carmen. Tengo claro que ahora mismo lo mejor para mí no es gastarme miles de euros en una nueva web. Pero necesito algo mínimamente decente para empezar a mover mi trabajo y testar mis servicios/productos.
¿Qué alternativas tengo entonces?
Formación
No hace falta que sea en un curso larguísimo de meses de duración. Con que dediques unas horas durante algunas semanas ya es un buen inicio. Al fin y al cabo formarme es una de las mejores formas de llegar de un punto a otro más rápido y fácilmente.
Ya sabes que hoy en día existe muchísima formación online sobre gestión de blogs, diseño web, usabilidad... Pero no quiero que te sientas abrumado y empieces a buscar por toda la blogosfera. Por eso, si es la primera vez que vas a invertir en un curso de este tipo, te recomiendo que empieces por algo pequeño y que puedas seguir (y completar) sin que te suponga un gran esfuerzo.
Por ejemplo, una buena alternativa puede ser un mini-curso como este de la escuela de Jackie Rueda, tan sólo dura 7 días y puede darte una primera visión sobre lo que supone crear y mantener una web que pueda convertirse en el campamento base de tu negocio.
Aseoría/Consultoría
Otra buena alternativa puede ser contratar a un profesional que pueda echarte una mano con su conocimiento y experiencia por muchísimo menos de lo que te costaría una web.
Poder preguntar dudas y aprovecharte del bagaje de otra persona que lleva más años y/o tiene más experiencia que tú, es un acelerador impresionante para tu negocio. Muchas veces, y aunque sepamos de un tema, necesitamos de una mirada externa que sea capaz de analizar (más) objetivamente nuestra situación.
Por ejemplo, puede que tengas una web con la que te sientes bastante a gusto pero que notas que no termina de funcionar. La tasa de conversión de tus formularios es muy baja, casi no te llegan peticiones de presupuesto, los usuarios se quedan muy poco tiempo en tu web... Y no sabes qué está pasando. Justo en ese punto es cuando puede venirte genial una sesión de consultoría con otro profesional.
¿En qué punto te encuentras ahora mismo? ¿Crees que ha llegado la hora de invertir en una web o es mejor invertir en formación/asesoría? Te espero en los comentarios para que me lo cuentes 🙂